Nutricionalmente la fruta fresca tiene hasta un 21 % de fibra dietética, con una destacada cantidad de vitamina C y magnesio, que alcanza en una taza de zumo un tercio de las necesidades diarias. También es interesante su mucilago y el contenido en ácidos grasos Omega 3 y 6. Las claves de sus efectos beneficiosos recaen también en su riqueza en compuestos antioxidantes como polifenoles, betalaínas y carotenoldes, bioactivos más potentes en el higo que en otras frutas. Tradicionalmente este fruto como algunos de sus primos más cercanos ha sido usado para regular el azúcar en sangre, tratar el colesterol elevado, las molestias Intestinales y como bronco-dilatador.

La Investigación científica parece avalar estas y otras cualidades. Uno de los primeros estudios españoles lo realizó Juan Francisco Loro en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, trabajando con extracto acuoso del higo, constatando que tenía efecto analgésico, favorecía la coordinación motora en dosis bajas, proporcionaba cierta protección hepática y reducía notablemente la motilidad intestinal. Además, en dosis elevadas reducía los niveles de azúcar en animales sanos mostrando un ligero efecto antiinflamatorio, verificándose también sus buenos efectos a nivel bronquial reduciendo su inflamación. En una revisión de 2013, Ménica A. Nazareno, del Laboratorio de Antioxidantes y Procesos Oxidativos de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, en Argentina, señalaba que los estudios recientes sugerían que «los extractos de frutas de cactus inhiben la proliferación in vitro de líneas celulares cancerosas de cuello uterino, ovario y vejiga; también suprimen el crecimiento en modelos in vivo de tumores ováricos en ratones. Las investigaciones confirmaron que los extractos de frutas de cactus inhibieron el crecimiento de diferentes células cancerígenas tanto en ensayos in vitro como in vivo».

PROTECTOR DE LAS CÉLULAS NERVIOSAS

Al parecer, la clave de esta acción antitumoral estaría en la quercetina, que frenaría el crecimiento de las células nocivas y propiciaría el mecanismo de apoptosis, que conlleva la eliminación por el propio cuerpo de células dañadas. A todo lo anterior se sumaría su efecto protector sobre la mucosa gástrica y su capacidad para reducir los niveles de colesterol y modificar la composición de las lipoproteínas, lo que ayudaría a movilizar las reservas grasas, así como su capacidad para desinflamar el organismo. Finalmente, un estudio de 2005 ya señalaba su potencial protector de las células nerviosas frente al Alzheimer y al Parkinson, y ante riesgos cerebro vasculares.

Conscientes de que existen muchas líneas de investigación abiertas, el equipo de expertos de HIGO TINTO (Tunocanarias) también incluye entre sus beneficios los efectos contra la anemia y la osteoporosis, anti-envejecimiento, vigorizante, fortalecedor de cabello, uña y piel, así como estimulador del sistema defensivo. Esta empresa ha creado una gama ecológica que facilita el aprovechamiento de todo el potencial del fruto.